
por Jack Fleming
N° 6
¿Es correcto celebrar la fiesta de las primicias en la iglesia?
RESPUESTA
La Biblia establece en forma muy evidente y que no admite
contradicciones, que la iglesia no está bajo la ley, sino bajo la gracia. Rm.6:
14 "no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia". Y no existe ninguna
duda, incluso para aquellos que han acuñado su frase favorita: "diezmos y
primicias", que las primicias (y el diezmo) pertenecen a la ley.
Los comerciantes de la fe, los que están haciendo mercadería de
vosotros, como dice la Palabra del Señor, 2Pd. 2: 3 "por avaricia harán
mercadería de vosotros con palabras fingidas". Éstos son los que manipulan
la fe de aquellos que han descuidado el estudio de la Biblia, para
obtener ganancias ilícitas que ofenden al Señor y desprestigian el
evangelio.
Es irrebatible que las primicias corresponde a la ley. Es una de las
siete fiestas solemnes que Dios ordenó al pueblo de Israel celebrar una
vez al año. Esto lo encontramos en la ley de Moisés en Lv. 23: 9-14.
Dios mandó a Israel dividir su calendario anual, en siete fiestas
solemnes. Y en este punto también, el creyente pensante se pregunta: ¿por
qué si esa fiesta debía celebrarse una vez al año, hoy la piden todos
los meses? ("diezmos y primicias").
Pero aún para el lector más superficial le resultará una
incoherencia, y más aún, una irreverencia el comercio en que han transformado esa
fiesta solemne en el día de hoy.
Porque si leemos, aunque sea una sola vez el capítulo 23 de
Levíticos, tendremos que admitir que todo lo que se realiza en el día de hoy en
muchas iglesias, no es nada más que una burda parodia, que ni tan
siquiera se asemeja a la ordenanza divina que el Señor estableció para que
el pueblo de Israel la realizara una vez al año. Y la han transformado
además en un simple medio de ingresos.
Lv. 23: 2 "Habla a los hijos de Israel". Nosotros en la iglesia
somos hijos de Dios, no de Israel, 1Jn.3: 2 "ahora somos hijos de Dios". Y
como no estamos bajo la ley, tampoco nos circuncidamos ni guardamos el
día Sábado, como ninguna de esas fiestas solemnes que ordena la ley.
Lo inmoral de todo esto queda de manifiesto de una forma muy
evidente, al ver que omiten sin ningún prejuicio el resto de las otras siete
fiestas solemnes para incluirlas en la iglesia, porque ninguna de ellas
les producirían algún beneficio económico. La Pascua, Los panes sin
levadura, La fiesta de Pentecostés, Las Trompetas, El día de Expiación y
la fiesta de los Tabernáculos.
Esto deja claro cual es su verdadero propósito para manipular la fe
de los más débiles, para hablar sin ningún temor de Dios, de los
"diezmos y primicias" todos los meses del año, para la iglesia, que no está
bajo la ley, sino bajo la gracia.
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