Preguntas Frecuentes

por Jack Fleming

N°193

¿A qué se refiere Heb. 6: 1 cuando dice que dejemos los rudimentos de la doctrina de Cristo?

RESPUESTA

Esa es una muy buena pregunta, que si muchos que han ignorado esta ordenanza de Dios entregada en Su Palabra la obedecieran, no se habrían desviado o permanecido en los "rudimentos", sin crecer ni alcanzar la madurez que el Señor desea para todos Sus hijos.

El pasaje bíblico dice textualmente:
Heb 6:1 "Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios,
Heb 6:2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno".

Esta epístola está dirigida en primera instancia a los "hebreos", judíos que habiendo conocido la verdad del evangelio de la gracia, que habían sido "iluminados" (expuestos a la luz del evangelio pero sin poseer la salvación), estos insistían en permanecer en los rudimentos del arrepentimiento de obras muertas, donde por disposición de la ley de Moisés, se apartaban de todas aquellas obras que conducen a la muerte como medio de alcanzar la gracia divina.

Es un llamado divino a no permanecer estancados en preceptos legalistas y de obras humanas para lograr la salvación. Plantea con mucha fuerza salir de ese concepto del Antiguo Pacto, para avanzar hacia la perfección: "vamos adelante a la perfección", es decir, para ser llevados a la salvación eterna por medio de la fe en el Señor Jesucristo.

El Espíritu Santo define todo ese esfuerzo de arrepentimiento por medio de las obras, como "obras muertas", porque la ley Dios la entregó al hombre para probar al ser humano su total incapacidad para alcanzar la salvación por méritos humanos. Y luego de evidenciar su absoluta incompetencia, les mostró un camino mejor, la fe en Cristo Jesús.

La ley fue nuestro ayo, nuestro instructor para llevarnos a Cristo. Gal 3:24 "De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe".

Dentro de todos los esfuerzos humanos del Antiguo Pacto para manifestar su fe en Dios a través de esas obras muertas, incluye la doctrina de bautismos. Y en este vocablo deseo detenerme para hacer una pequeña acotación.

El bautismo cristiano es una palabra que siempre la encontramos en singular, porque esa es la ordenanza para el creyente, un solo bautismo, lo hacemos una sola vez en nuestra vida. Todo aquel que ha nacido de nuevo y ha creído de corazón en el Señor Jesucristo como su único y suficiente Salvador personal (indudablemente que los infantes no podrían cumplir con este requisito), se debe bautizar como Jesús lo ordenó: Mt. 28:19 "en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo".

Revisando mi Biblia en griego, encontré que aquí no se usa la palabra "bautismos", sino que en el idioma original dice "abluciones", que era un término que se empleaba en el Antiguo Testamento para referirse a limpiezas ceremoniales que se hacían para exteriorizar la limpieza ocurrida en el corazón del penitente. Y esto hace más entendible la referencia a "bautismos" en plural, dentro del contexto en que está dicho aquí en Heb. 6: 2, ceremonias que el penitente repetía muchas veces en su vida, "abluciones".

"La imposición de manos", práctica que proviene de cuando una persona ofrecía un animal en sacrificio y colocaba sus manos sobre la cabeza del animal. También durante el tiempo de las sanidades milagrosas de la iglesia primitiva, se acostumbraba en muchos casos, poner las manos sobre el enfermo para ser sanado.

En el tiempo apostólico incluso los fariseos creían en la resurrección de los muertos y en el juicio eterno, pero no se habían acercado al verdadero Camino de la salvación; creían en la resurrección de los muertos y ellos mismos estaban muertos espiritualmente.

Jesús llegó a decirles: Mat 23:27 "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia".

Por lo tanto, lo que está estableciendo Dios en Su Palabra aquí en Heb. 6 :1-2 es que todo aquello son solamente "rudimentos", que no debemos utilizar como medios si realmente queremos avanzar y crecer en nuestra fe.

También es importante recordar que el mismo Señor Jesucristo advirtió a los suyos sobre esta necesidad de no quedarse estancados, sino que debían avanzar y crecer espiritualmente, que no debían quedarse eternamente en esas cosas rudimentarias como las obras para el arrepentimiento, la imposición de manos, etc.

Jn. 16:12 "Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
Jn. 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir".

El mismo autor de la epístola a los Hebreos insiste dentro de este contexto, sobre la necesidad que tienen incluso los creyentes de no continuar dependiendo de la leche espiritual, sino que debían alimentarse de comida sólida más contundente, para dejar de ser niños en Cristo y poder alcanzar una estatura espiritual que Dios espera en todos Sus hijos.

Heb 5:12 "Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
Heb 5:13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;
Heb 5:14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez".

La voluntad de Dios es que dejemos los rudimentos de la doctrina de Cristo y vayamos adelante a la perfección. "Dejar" no está dicho aquí para abandonar lo básico, sino para que no nos estanquemos y vayamos adelante, porque tenemos mucho más que aprender y progresar en nuestra vida cristiana.

Sería como conformarnos con aprender a leer y sin continuar nuestro progreso. Tenemos mucho más que conocer de esa profundidad del conocimiento de Dios; tal es así, que el mismo apóstol Pablo tiene que clamar:

Rom 11:33 "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!".

Continuemos avanzando hacia aquella profundidad de las riquezas de la sabiduría de Dios, para que crezcamos diariamente en el conocimiento y comunión con nuestro bendito Salvador.

Ef 4:13 "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Ef 4:14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
Ef 4:15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo".



Volver al indice

¿Este sitio web ha sido de su interés? Envíe nuestra dirección a sus amigos.

www.EstudiosMaranatha.com