Preguntas Frecuentes

por Jack Fleming

N° 145

¿Por qué dice que los apóstoles eran exclusivamente doce, y que no hay más, cuando en Hch.14:14 la Biblia llama apóstol también a Bernabé?

RESPUESTA

En toda la Biblia siempre el vocablo "apóstol" en su carácter de elegido por el Señor para ser un comisionado oficial de Jesucristo, que es el vocablo que siempre se emplea para referirse a los doce apóstoles elegidos por el Señor Jesucristo, únicamente se utiliza para ese grupo selecto que Jesús escogió personalmente.

Fueron doce los apóstoles que escogió el Señor al comienzo de la iglesia, y esos doce son los que se mantendrán por toda la eternidad, cuyos nombres están registrados en esas moradas celestiales que será la habitación gloriosa y eterna que Dios le ha asignado a la iglesia. Ap.21:14 : "Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero". Si hubieran existido más apóstoles en la historia de la iglesia, sus nombres tendrían que haber figurado aquí.

Y en este único caso que se presenta en TODO el Nuevo Testamento, que en nuestras Biblias modernas ha sido traducido como "apóstol", corresponde a otra palabra del idioma original que equivale a "embajador, enviado, mensajero" de Jesucristo. Aquellos hermanos que tengan en su biblioteca ese excelente libro del Nuevo Testamento Interlineal Griego Español, pueden verificar esta verdad comparando el pasaje de Mt.12:2 cuando el Señor escoge a sus doce apóstoles, con Hch. 14:4 cuando se emplea otro vocablo para referirse a Bernabé como "apóstol".

En ese concepto generalizado de "apóstol" como mensajero enviado, bien sabemos que todos los que cumplimos con esa misión de llevar las buenas nuevas a los inconversos, somos (Ud., yo y todos los cristianos) "embajadores", que es la misma expresión que se emplea en 2Cor. 5:20 "Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros".

Es decir, en el valor genuino que entendemos el vocablo "apóstol", en el cual no todos los creyentes lo son; corresponde exclusivamente al grupo selecto de doce que escogió personalmente Jesús. Y en la concepción ampliada y generalizada de su carácter de "mensajero y enviado", que también ha sido traducido como "embajadores", TODOS los hijos de Dios somos embajadores (Obviamente que también Bernabé y todos los creyentes que constituyen la iglesia).

Es un concepto que la Biblia emplea en forma general para todos los hijos de Dios, pero que jamás se debe utilizar solo para ciertas personas excluyendo al resto de la iglesia. Lo mismo sucede con la verdad bíblica que afirma que TODOS somos reyes y sacerdotes, Ap. 1: 6 "nos hizo reyes y sacerdotes para Dios". Pero utilizar esta terminología en forma exclusiva para "algunos" dentro de la iglesia de Dios, es un peligroso error bíblico. Es antibíblico el calificativo que se otorgan algunos pastores al proclamarse solamente ellos dentro de sus iglesias como "sacerdotes". Porque TODOS los cristianos somos sacerdotes del Dios Altísimo.

Otro tanto sucede con el calificativo de "ungido". TODOS los hijos de Dios hemos sido ungidos por Él, no por hombres, lo cual no tendría ninguna connotación espiritual. 1Jn. 2:20 "Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas". 2Cor. 1:21 "Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios" (no el hombre).

Sin embargo en las iglesias carismáticas, que se han alejado de las enseñanzas bíblicas, el pastor se hace proclamar abiertamente con el título de "el ungido". Lo cual es una blasfemia, porque el uso exclusivo en singular, solamente le corresponde al Señor Jesucristo. Lc. 2:26 "Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor". Porque el uso singular del vocablo "ungido" se emplea en las Escrituras del Nuevo Testamento para referirse al Mesías.

Todos los cristianos somos reyes y todos somos sacerdotes. Todos los hijos de Dios fuimos ungidos por Dios y enviados en esa misión apostólica de entregar la buenas nuevas, y no es privilegio de un grupo selecto. Cuando empleamos, o la Biblia emplea ese termino exclusivo de "apóstol" para algunos dentro de la iglesia, siempre es para referirse únicamente al grupo de los doce que el Señor escogió personalmente, y ese número no puede crecer, porque de lo contrario caeríamos en la peligrosa y antibíblica practica que sostienen los romanistas, de atribuirle la sucesión apostólica a sus líderes religiosos.

En consecuencia, todos los cristianos somos los sacerdotes de Dios, todos somos los ungidos, todos somos "apóstoles" (enviados como embajadores), pero ningún hermano con un mínimo de espiritualidad andaría proclamando que él es sacerdote espiritual, el ungido, el embajador de Dios, un apóstol del Señor. Y si estuviera excluyendo al resto de la congregación para atribuirse esos calificativos en forma personal, estaría pecando gravemente.



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